El sistema inmunológico es la defensa natural que tiene nuestro organismo ante los posibles patógenos que pretenden acceder al mismo.

Su correcto mantenimiento depende de múltiples factores, estando limitadas las posibilidades de actuación en algunos casos (edad, afecciones crónicas, cambios estacionales, etc.), mientras que en otros, como el descanso, los hábitos poco saludables (tabaco, alcohol, etc.), falta de ejercicio, etc., si pueden ser abordados y ejercer una acción beneficiosa sobre los mismos.

Entre estos últimos factores se encuentra la alimentación, la cual resulta ser clave para fortalecer o deprimir la respuesta inmunológica del organismo. Existen diversos alimentos que, por su contenido en azúcares o grasas trans, debilitan la función defensiva del organismo, mientras que otros, ricos en vitaminas, minerales y otros componentes naturales, nutren y fortalecen la respuesta del sistema inmunitario.   

Entre los nutrientes más adecuados para un correcto mantenimiento de las defensas podemos destacar el Hierro, el cual, tal y como describe la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria al definir las propiedades saludables reconocidas a este elemento, facilita el funcionamiento normal del sistema inmunológico. Otro componente esencial para facilitar la función del sistema inmunológico es la Vitamina C, que posee propiedades reconocidas que contribuyen al funcionamiento adecuado de este sistema, sin olvidar los Ácidos grasos omega3, así como el Ajo que destaca entre sus muchas propiedades su gran poder antiséptico, también la Cúrcuma que ayuda a subir las defensas naturales y que resulta ser un gran hepatoprotector.

Todos estos nutrientes constan de una gran evidencia científica.

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